domingo, 27 de junio de 2010

El Sol y sus capas

Según el modelo más aceptado en la actualidad, dentro de la bola luminosa que llamamos Sol se distinguen varias capas concéntricas con características físicas suficientemente homogéneas como para poderlas definir con facilidad. Partiendo desde el centro de nuestra estrella, se reconocen las siguientes partes:



Capas del Sol

Núcleo o corazón: Con un radio de unos 150.000 km. En esta zona se concentra casi el 40% de la masa solar, y la densidad es máxima (160 g/cm^3 de media). Según las hipótesis, la presión alcanza los 3·10^11 kPa y la temperatura los 1,5·10^7 K. Aquí pueden desencadenarse espontáneamente las reacciones termonucleares de fusión del hidrógeno en helio: en este horno nuclear ya se ha «consumido» el 40% del hidrógeno original (que formaba casi el 75% de la masa del núcleo).

Zona radiactiva: Que se extiende hasta los 450.000 km desde el centro del Sol, es decir, un grosor de unos 300.000 km. Se caracteriza por valores (siempre «teóricos») de densidad y presión mucho mas bajos que los del núcleo: unas 10 veces menos. La temperatura desciende a 4·10^6 K. Aquí la energía se transmite a través del plasma sólo por radiación, en una concatenación de absorciones y reemisiones: las reacciones nucleares la liberan en forma de fotones γ; la radiación es absorbida y reemitida miles de veces antes de «emerger» a las capas superiores transformada en rayos γ, X, ultravioletas, visibles e infrarrojos (calor).

Región convectiva: Que se extiende por unos 250.000 km más. Una vez más descienden los valores de densidad, presión y temperatura: la densidad llega a 6·10^-3 g/cm^3, la presión a 10 Pa (unas 10^4 veces la presión atmosférica) y la temperatura a 6·10^5 K. En esta zona, la energía también se transmite por el plasma a través de corrientes convectivas a alta velocidad que «mezclan» continuamente la materia solar. Para explicar algunos fenómenos superficiales, se considera que en esta zona se desarrollan las convectivas gigantes profundas, que van perdiendo intensidad a medida que se acercan a la capa sucesiva.

La fotosfera: Significa literalmente «esfera de la luz» y es la parte visible. Tiene un grosor de apenas 400 km, una densidad media aproximada de apenas 8·10^8 g/cm^3, una presión media de solo 10^12 Pa y una temperatura cercana a los 6.000 K. Esta es la «superficie solar» a la que nos referimos al hablar de «diámetro solar».Tras un lapso de tiempo larguísimo, que puede llegar a los 10 millones de años desde la producción del núcleo, la radiación mana, evidentemente modificada por el largo recorrido seguido. La fotosfera es el lugar en el que se manifiestan los fenómenos solares más conocidos y estudiados: las manchas y la granulación.

La cromosfera o «esfera de color»: (aparece rojiza durante los eclipses) es una capa de plasma de unos 10.000 km por encima de la fotosfera y considerada la parte baja de la atmósfera solar. Presenta una densidad media de 10^12 g/cm^3 y una temperatura que aumenta proporcionalmente con la altura y alcanza los 0,5·10^6 K. Aquí se producen otros muchos fenómenos solares, como las espículas, las fáculas, los flóculos y las fulguraciones.

La fotosfera: Se extiende más allá de la cromosfera y se dispersa en el espacio en forma de viento solar. Se considera la alta atmósfera solar y se caracteriza por una temperatura en rápido crecimiento: en pocos miles de kilómetros alcanza los 5·10^6 K. Sólo puede observarse desde Tierra (incluso a simple vista) durante los eclipses totales y permanece diferente del fondo hasta una altura de unos 2·10^6 km. En la corona se producen los fenómenos solares más imponentes, como las protuberancias, que alcanzan a veces dimensiones comparables a las del mismo Sol.

Capas internas de la tierra

En relación con la estructura de la Tierra, se pueden distinguir, de fuera adentro, tres capas concéntricas: corteza, manto y núcleo.

[Capas internas de la Tierra] La corteza terrestre posee un grosor variable, alcanza de 30 a 40 km en los continentes, y unos 10 km bajo los océanos. Se encuentra compuesta en su parte superior por granitos, y en la inferior, por basaltos o gabros. Si bien estas dos partes se hallan presentes en las zonas continentales, en las áreas oceánicas la capa granítica no existe. La corteza continental superior está constituida por distintas rocas de carácter sedimentario, metamórfico e ígneo.

Entre la corteza y el manto hay una capa de discontinuidad llamada discontinuidad de Mohorovicic.

El grosor del manto varía entre 2.800 y 2.900 km , y supone un 83 % del volumen terrestre. El manto es la zona donde se originan las fuerzas internas de la Tierra y también el responsable del movimiento de deriva de los continentes, de la expansión oceánica, de los terremotos y de las orogenias.
Se supone que el manto, en el que pueden diferenciarse dos partes: la primera de ella con unos 1.000 km de espesor, y la segunda, más profunda, que llega al núcleo, se encuentra compuesta por rocas muy básicas con un alto porcentaje de olivino. No obstante, las últimas investigaciones inducen a creer que esta capa no es homogénea, debido tanto a la existencia de una fusión parcial, como a la de una fase fluida de basalto.




Un cambio muy brusco en la densidad, la cual pasa de 5,5 a 10 g/cm³, señala la separación entre el manto y el núcleo. La densidad aumenta con la profundidad, pero siempre de forma gradual. Dos capas se distinguen en el núcleo, una denominada núcleo externo y cuya profundidad sería de unos 2.100 km, y la otra, que ocupa el centro de la Tierra, el núcleo interno, que posee un radio de 1.250 km. Mientras que el núcleo externo se caracteriza por poseer un comportamiento líquido, el interno es sólido. Se piensa, en relación con su composición, que el níquel y el hierro son los materiales predominantes.

La Tierra

La Tierra da vueltas sobre sí misma alrededor de un eje de rotación imaginario que pasa por los polos. La rotación terrestre es de oeste a este y tarda 24 horas -el llamado día sideral- en dar una vuelta completa.

Este movimiento de rotación es el responsable de la repetición regular del día y la noche, según suceda que el punto en cuestión esté en la cara enfrentada al sol o en la resguardada.

El otro movimiento principal de la Tierra es el de traslación alrededor del sol. En este movimiento sigue un recorrido (órbita) en forma de elipse casi circular. Prácticamente en el centro de la elipse se encuentra el sol y al plano que la contiene se le llama plano de la eclíptica




Dar una vuelta completa alrededor del sol le cuesta a la Tierra 365,2422 días.

Las estaciones están provocadas porque el eje de rotación de la Tierra no es perpendicular respecto al plano de la elipse, sino que tiene una inclinación de 23º 27’

La Luna

La Luna es la segunda fuente de iluminación al reflejar la luz que recibe del Sol por lo que tiene una notable influencia en la vida de los organismos. Se traslada alrededor de la Tierra siguiendo una órbita contenida en el plano de la eclíptica que tarda en completar 29,53 días.




Las fases de Luna nueva, cuarto creciente, Luna llena y cuarto menguante se suceden conforme nuestro satélite va recorriendo su órbita


Las Mareas


Las mareas son otro fenómeno provocado por la Luna con gran influencia en los seres vivos. Se deben a la atracción gravitatoria que la masa del satélite ejerce sobre la masa de agua de los océanos.

La nave espacial mas rápida del Mundo (15.480 km/hora)


4,3 km por segundo. O lo que es lo mismo, 15.480 km/hora. Esa es la velocidad alcanzada el pasado 5 de junio de 2010 por la misión Dawn, de la NASA, la mayor jamás conseguida por una nave espacial con el impulso de sus propios motores. Sin embargo, y a pesar de ser espectacular, esta cifra no es, ni mucho menos, definitiva. De hecho, gracias a sus poderosos propulsores de iones, la nave sigue acelerando y se espera que llegue a duplicar ese récord, hasta alcanzar los 38.620 km/hora.





Al llegar a los 15.480 km/hora, la misión Dawn superaba el pasado sábado el récord de otra nave de la NASA, la Deep Space1, que también está impulsada por motores de iones.

"Estamos utilizando esta asombrosa tecnología de motores iónicos para llegar a orbitar y explorar Vesta y Ceres, dos de los objetos más misteriosos del cinturón de asteroides", asegura Robert Mase, director del proyecto Dawn en el Jet Propulsion Laboratory, en Pasadena.

Motores iónicos

espaciales duran años, y por el camino no hay forma de repostar, el combustible de a bordo se utiliza con cuentagotas, normalmente para pequeñas maniobras de corrección y para la aproximación al objetivo final.
Para su largo viaje de casi 5.000 millones de km. la misión Dawn, que abandonó la Tierra el 27 de septiembre de 2007, está equipada con una batería de tres motores iónicos, la apuesta tecnológica de la agencia espacial norteamericana para los largos viajes de futuras exploraciones interplanetarias.

A diferencia de la inmensa mayoría de las sondas espaciales, que se lanzan en trayectorias fijas hacia puntos concretos, como piedras tiradas con una honda y que no pueden cambiar de dirección, las naves equipadas con motores de iones son capaces de modificar, por sus propios medios, sus trayectorias en pleno vuelo. Y eso es posible porque consumen muy poca cantidad de combustible.

En un primer encendido de cuatro días, la sonda Dawn apenas si alcanzó los 97 km/hora. Un tiempo durante el que apenas gastó el equivalente a un litro de combustible. Pero tras esos cuatro días de ignición vinieron otros cuatro, y después cuatro más.

Al final del duodécimo día, la nave había incrementado su velocidad hasta más de 290 km/hora. Después de un año de secuencias de encendido, el sistema de propulsores iónicos ya había llevado a la Dawn hasta una velocidad de 8.850 km/hora. Y con un consumo total de apenas 60 litros de combustible.

165 litros de combustible

Si una nave con motores convencionales intentara hacer lo mismo, agotaría rápidamente toda su reserva de combustible, quedando a la deriva en el espacio. Y dado que las misiones
Pero ese no es el caso de naves con motores de iones. Una vez liberada de su cohete portador, la Dawn prendió sus propios propulsores, de forma secuencial y a ráfagas, y empezó a acelerar. Muy lentamente al principio (como se ha dicho, tardó cuatro días en pasar de 0 a 97 km/h), pero de forma progresiva y constante, aumentando paulatinamente su velocidad.

Los motores iónicos se han ido encendiendo y apagando en cientos de secuencias concretas y previamente calculadas por los técnicos de la misión. En total, han funcionado hasta ahora durante un periodo de 620 días (durante los que sólo ha consumido 165 litros de combustible), algo impensable para naves convencionales.



Al final de su misión, que terminará en febrero de 2015 con su llegada a Ceres, Dawn habrá acumulado 2.000 días de funcionamiento de sus tres motores (lo que equivale a cinco años y medio de combustión en una misión que durará ocho). En ese momento, la nave habráalcanzado la increíble velocidad de 38.620 km/hora.

Record del Mundo de Velocidad


1.288 kilómetros por hora, pero no en un avión, sino sobre el suelo. ¿Te imaginas lo que se debe sentir? Que rápido deben verse pasar “las casitas”… Eso es lo que quieren con éste auténtico “avión sobre el suelo”, porque, en efecto, es éso, básicamente un avión.





Para batirlo, Ted Shadle y Keith Zanghi han tenido que irse a un desguace a buscar un motor a reacción de un Lockheed F-104 de 1957, un propulsor que puede ofrecer hasta 42.500 CV de potencia (sí, algo más que un Fórmula 1). Con ésto quieren entrar en la historia, batiendo el record de velocidad en tierra (Land Speed Record), pero, antes, han tenido que solucionar unos pequeños “detalles”: el primero, su alimentación, ya que el aparatejo consume la friolera de 605 litros al minuto!). Y si arrastra una cuba detrás, me parece a mi que el record no va a batirlo. El otro, ha sido buscar un piloto. Si alguien quiere morir creo que puede ofrecer sus servicios todavía.





Historia de los records...

Inventado ya el automóvil, la misma naturaleza humana que lo construyó empezó a buscar la mayor velocidad posible: ese empeño del ser humano por sobresalir del resto. Las pruebas de velocidad (a través de trayectos rectos y largos) comezaron casi al mismo tiempo que las competencias en sí, y aquí les damos una breve reseña de los más importantes récords desde sus inicios hasta nuestros días:

1899: Camile Jenatzy, en su "Jamais Contente" estampa 105.94 km/h, el primer récord de velocidad conocido.

1910: Se llegan a los 211 km/h.

1927: Malcolm Campbell en su "Blue Bird" (pájaro azul) marca 288 km/h.

1935: Campbell intenta de nuevo y aplasta el récord anterior por casi el doble: 482 km/h.

1947: Luego de la interrupción por la Segunda Guerra Mundial, John Cobb, en su "Railton" llega a los 633 km/h (400 millas/h)

1964: Donald Campbell, hijo de Malcolm Campbell, sigue las sendas de su padre y en un supermejorado "Blue Bird" impone 648 km/h. Esto fue en el mes de julio.

1964: Apenas 3 meses después (en octubre), Art Arfoons aniquila la marca anterior y estampa 863 km/h. Empieza la búsqueda hacia los 1000 km/h.

1965: El 15 de noviembre Craig Breedlove en su "Spirit of America" casi llega al ansiado récord al poner 966 km/h.

1970: Por fin se superan los 1000 km/h. Lo hizo Gary Gabelich en su "The Blue Flame", un cohete con ruedas. Alcanzada esta marca, automáticamente se crea otra: superar la velocidad del sonido (aproximadamente 1200 km/h).

1979: Stan Barret rompe el récord de Gabelich, pero se quedó muy cerca a la velocidad del sonido al alcanzar 1190 km/h.

1997: Luego de varios intentos (entre ellos uno de Breedlove que llegó a "apenas" 1017 km/h), por fin se logra superar la velocidad del sonido.

El 13 octubre Andy Green, piloto de la Real Fuerza Aérea Británica montado en el Thrust Super Sonic, auto con forma de avión impulsado por dos superturbinas Rolls Royce, rebasó por 8.5 km/h la barrera del sonido. La velocidad calculada a batir en el desierto de Black Rock, Nevada (EEUU), era de 1221.2 km/h. La máxima alcanzada por Green fue de 1229.7 km/h. Cabe destacar que ni bien regresó el piloto inglés a la llegada fue aclamado por sus mecánicos sin siquiera medir el tiempo ya que, al superar la barrera de sonido, éste emite una explosión debido a las diversas fluctuaciones, sonido que fue escuchado por todos.

Tal vez por buen tiempo se deje de rebasar este tipo de velocidades en tierra. Al estar más del momento permitido por encima de la velocidad del sonido, se corre el riesgo de ser afectado por la creciente onda de resonancia, que podría aniquilar al piloto y su auto.

viernes, 18 de junio de 2010

La temperatura en la superficie del Sol es alrededor de 10,000 grados Fahrenheit (5,600 grados centígrados).



La temperatura aumenta desde la superficie del Sol hacia dentro; en el centro muy caliente del Sol la temperatura alcanza alrededor de 27,000,000 grados Fahrenheit (15,000,000 grados centígrados).



La temperatura del Sol también tiene alcance desde la superficie hacia fuera en la atmósfera solar. La capa de más arriba de la atmósfera solar, llamada la corona, alcanza temperaturas de millones de grados. La corona es el halo brillante de luz que puede ser visto durante un eclipse solar total.

domingo, 6 de junio de 2010

He abierto este blog, porque me gusta la tierra, los planetas y los astros. Aquí ire colgando todo lo que se me ocurra relacionado con este tema....
Aquí os dejo la tierra para empezar...




Espero que os guste tanto como a mí.

La Tierra es el tercer planeta desde el Sol, el quinto más grande de todos los planetas del Sistema Solar y el más denso de todos, respecto a su tamaño. Se desplaza en una trayectoria apenas elíptica alrededor del Sol a una distancia de unos 150 millones de kilómetros. El volumen de la Tierra es más de un millón de veces menor que el del Sol, mientras la masa terrestre es nueve veces mayor que la de su satélite, la Luna. Es un planeta rocoso geológicamente activo que está compuesto principalmente de roca derretida en constante movimiento en su interior, cuya actividad genera a su vez un fuerte campo magnético. Sobre ese ardiente líquido flota roca solidificada o corteza terrestre, sobre la cual están los océanos y la tierra firme.

A veces se la conoce genéricamente por la especie humana como el Mundo o el Planeta Azul.

Las propiedades físicas de la Tierra, combinadas con su órbita e historia geológica, son las que han permitido que perdure la vida hasta nuestros días. Es el único planeta del universo en el que hasta ahora el ser humano conoce la existencia de vida; millones de especies moran en él. La Tierra se formó al mismo tiempo que el Sol y el resto del Sistema Solar, hace 4.540 millones de años,[2] y la vida hizo su aparición en su superficie luego de unos 1.000 millones de años. Desde entonces, la vida ha alterado de manera significativa al planeta.[3]

Sobre la corteza terrestre existen diversos paisajes naturales y artificiales donde podemos encontrar montañas, valles, ríos, ciudades, etc. Aquí habita diversidad de organismos como son los árboles, el ser humano y muchos otros animales. Una considerable parte de la corteza está compuesta de restos de organismos oceánicos primitivos que constituyen la roca caliza. La temperatura media de la superficie terrestre es de unos 15 °C, aunque ésta -entre otras circunstancias- son distintas en diferentes partes del planeta; pueden cambiar.

La tierra posee grandes océanos que ocupan mucha más superficie que la tierra superficial, donde habita considerable cantidad de organismos y en donde se originó toda la vida. En ellos se formó parte de la corteza terrestre.

La parte menos densa que compone este planeta es su atmósfera, la cual está compuesta por una solución de gases llamada aire. A cierta altura, es lo suficientemente densa como para permitir que algunos animales vuelen en ella. Es rica en oxígeno, gracias al hecho de que la vida vegetal transforma el dióxido de carbono en oxígeno, el cual aprovechan los animales para respirar y volver a transformar así en dióxido de carbono. La atmósfera, junto al campo magnético, es capaz de resguardar la diversidad de vida superficial de amenazas naturales extra-terrestres, como por ejemplo, de rayos ultravioletas, rayos cósmicos, meteoritos o viento solar.

Posee un único satélite natural llamado Luna, en relación con su planeta, el más grande del sistema solar. Es mucho menos denso que la Tierra, aunque provino de ella a causa de un impacto de asteroide que expulsó al espacio el material liviano que formaría la luna, mientras que el material más denso regresó a la tierra.

Se especula que la Tierra podrá seguir alojando vida durante otros 1.500 millones de años, ya que se prevé que la luminosidad creciente del Sol causará la extinción de la biósfera para esa época.